Soy madre de una alumna de la guardería puertorealeña "El Cigarrón " y quiero dar a conocer a la ciudadanía la realidad que estamos viviendo en esta escuela. 

Como muchos padres de la guardería El Cigarrón vivimos preocupados por el bienestar de nuestros hijos. Cada día al llegar a la guardería podemos ver como decenas de gatos se adueñan del patio donde ellos deberían jugar y sus alrededores. Hacen sus deposiciones por todo el jardín y se suben a sus columpios y zonas de juego.
Muchos gatos están enfermos por falta de cuidado. Enfermedades que pueden transmitir a los niños, pulgas, garrapatas,  toxoplasmosis, tiña...
No olvidemos que estamos hablando de niños con edades comprendidas entre los 0 y los 2 años, cuyos sistemas inmunologicos aún no están desarrollados.
Hay veces en que los niños han llegado a casa con excrementos de gatos en las suelas de sus zapatos.
La situación es insostenible y como medida preventiva y única opción que nos queda, desde el centro se ha tomado la decisión de no dejar salir a los niños al patio. 

Hasta la colonia de gatos llegan todos los días diferentes personas que les llevan comida y se las deja tirada en el suelo y por los rincones, haciendo las instalaciones y sus inmediaciones mucho más insalubres, a la vez que olvidan que, según la ordenanza municipal vigente está prohibido y bajo sanción dejar comida depositada en el entorno para alimentar a los animales callejeros. 

Las mallas instaladas tanto por parte de la guardería como por parte del Ayuntamiento no son eficaces, no tienen suficiente altura y además el perímetro de la guardería es bastante grande, linda con los árboles de la Pinaleta de "La María" y se cuelan al patio de la escuela por otros lugares. 

El Ayuntamiento,  responsabiliza a la empresa concesionaria de la limpieza y mantenimiento del patio...pero claro está,  por mucho que limpien, el problema sigue estando. Uno puede limpiar mucho su casa, pero si alguien constantemente echa basura, el problema persiste. Esa responsabilidad civil corresponde al Ayuntamiento que como siempre escurre el bulto con excusas para intentar ocultar la mala gestión que se hace desde este gobierno. Al parecer, se olvidan que velar tanto por el bienestar animal como por la salud pública es responsabilidad y competencia de la administración.
Igualmente es responsabilidad del Ayuntamiento mantener limpio el entorno y las calles circundantes a la guardería, tanto las instalaciones municipales del GEN como el Pinar de La María llevan meses sin limpiarse y en ellos se acumulan todo tipo de basuras, (recipientes,  envases, restos de comida)  que los alimentadores dejan allí depositados, (al parecer les importa sólo darle de comer no que estén en un entorno limpio y saludable). Esto genera otro problema, la proliferación de insectos,  cucarachas, roedores y otras especies oportunistas también perjudiciales tanto para la salud pública como para la de los propios animales. 

Por otro lado, también soy defensora de los animales y en este caso de los animales autóctonos y endémicos que todos los que solo defendéis a los gatos os olvidáis. 
Los gatos domésticos,  como indica su nombre deberían estar en las casas y no en los espacios naturales de los que goza nuestro pueblo. Espacios que ocupan u ocupaban algunas especies como el camaleón que ven mermadas sus poblaciones debido a la proliferación de otras especies introducidas en este caso de gatos y gallinas.

Aquellos que son cortos de miras y creen que alimentando a los gatos le hacen un favor,  no pueden estar más equivocados.  Los felinos son depredadores por naturaleza y si se les da de comer dejan de cazar, dejan de capturar otras especies como cucarachas o ratas, que actúan como vectores de otras enfermedades. Si hubiera un par de gatos sólo alrededor de la guardería sería genial para mantener a raya a esas especies. 

Recalcar que tampoco estoy a favor de matar a los gatos, pues en primer lugar no es para nada ético a parte de ser ilegal. Envenenarlos como algunas personas sugieren en algunas redes sociales, además de provocar la muerte de los felinos pueden provocar un grave problema ambiental, de salud a las personas y demás especies que habitan en la zona. 

No se trata de ser buena o mala persona, de alimentar o no a los gatos, de matarlos o dejarlos vivir. Se trata de ser sensatos y de no involucrarnos en los ciclos vitales de la naturaleza para no alterarla y provocar este tipo de problemas. 
Cada especie debe estar en el lugar adecuado. 

Estoy segura, que los alimentadores y las personas que se empeñan en dejar proliferar a la colonia sin pensar en las consecuencias, no tiene que pasar todos los días por encima de sus excrementos,  no tienen que privarse de disfrutar de otras cosas por miedo a contagiarse de alguna enfermedad. Nuestros niños si. 

Llegados a este punto, la única solución viable a este problema es que el Ayuntamiento ponga en marcha el plan C.E.S. para evitar que cuando llegue la próxima época de reproducción los 50 gatos que ahora forman la colonia, no se conviertan en 100, cosa que agravará el problema si no se pone remedio inmediatamente y por su puesto, y lo más importante que se proceda al traslado de la colonia a algún lugar donde no suponga un peligro para la salud pública y los menores que acuden a la guardería. 

Si la gente y la administración tuviera eso en consideración,  hoy mi hija y sus 69 compañeros, podrían haber pasado una linda mañana en su patio de la guardería.

Rocío Sánchez Rosillo